Toda carrera artísica de largo recorrido tiene sus altos y bajos, y son muchxs los artistas que se obcecan en intentar subir o "sentirse arriba", a veces a costa de sacrificar la exigencia creativa, y en peores ocasiones poniendo en riesgo la salud mental con cargas de presión o estrés que reman en contra y acaban lanzándole a uno abajo de nuevo, en un precipicio que parece no tener fin.
La historia de ABSIS a través de sus anteriores akas, y en especial el excelente momento que atraviesa actualmente como DJ, selector y productor de referencia en Barcelona, nos brinda una excelente dosis de inspiración, que cristaliza tanto en el nombre de su noche de residencia en LAUT, Midline, como en este DJ set exclusivo en el club: ¿y si dejamos de pensar siempre en polos opuestos y buscamos, con cariño, detalle y esmero, el término medio?
Pasen, lean y, sobretodo, escuchen: ABSIS en Midline, LAUT, en su All Night Long el pasado mes de enero de 2024.

Recuerdo aquella llamada como si fuese ayer, aunque la hora exacta y quizás el desarrollo de la misma sí se han difuminado un poco en mi memoria con el ajetreado paso (o ritmo) de los últimos dos años largos.

“Em diré, a partir d’ara, ABSIS, no hi ha marxa enrere”, sentenció al otro lado de la línea, con un tono que, realmente, no admitía réplica sino tan solo aceptación por mi parte.

ABSIS @ Midline, LAUT. All Night Long. 01.2024.

Hasta aquel momento, Salva Coromina mantenía a resguardo su aka ABSIS para las actuaciones live, aunque mantenía la versión “baja” del ratón como DJ, mouseDown, la que tan buen nombre se había granjeado en el Deep Techno Universe de los últimos años. Para muestra, un buen set suyo, el que compartí en exclusiva y uno de los más escuchados de la whole (modesta) history de mi canal de Soundcloud. Se grabó en directo, en LAUT, en 2019, en el evento previo de Paral·lel antes del festival. En la edición de aquel año del festival, tras haber puesto un par de meses antes el club barcelonés en una deliciosa órbita que comenzó con un viaje de ambient onírico y terminó haciendo bailar hasta las esquinas de LAUT, mouseDown realmente se consagró ante los ojos de muchxs. Dejó al público entusiasmado y literalmente mindblowed, con gran impacto en los oídos, mentes y cuerpos de los clubbers internacionales, que desconocían su gran labor y trayectoria electrónica, que venía, precisamente, de arriba, de mouseUp.

En casa, todavía guardo un CD de la extinta The Loft (Razzmatazz), ahora convertida en Human Club, mezclado por mouseUp. Siendo apenas un teenager tardío, estos nombres que firmaban los CDs y pinchaban a menudo en el club antes o después de mis DJs favoritos eran entes etéreos. Ni tenían cara, ni personalidad, ni nada que no fuese un áurea casi divina que les vinculaba a la música que bailaba como un poseso las noches del fin de semana. Mi único cometido era entregarme a la pista desde que pisaba el club hasta que se abrían las luces, y cosas como “escena de clubes”, o “backstages” o whatever que rodease, de un modo u otro, el entorno "profesional" del clubbing (o "mundillo", como algunxs gustan llamarle), me quedaba tan ajeno como el trabajo de un controlador aéreo o el de un experto en apuestas hípicas. Sinceramente, no es que ahora me vanaglorie de estar más in, en realidad es una consecuencia irrelevante, ante algo que sí tiene trascendencia:

Muchxs son lxs DJs que usan varios akas para definir sus distintos estilos, y muchxs menos los que cambian de nombre de golpe, puede que a causa de algún marrón o porque se han metido, lamentablemente, en un callejón sin salida en varios frentes. Obviamente, hay casos fascinantes de artistas que han nacido y renacido con decenas de akas, y demás, pero lo que voy a decir ahora lo afirmo siendo plenamente consciente de su relevancia:

La evolución de Salva Coromina a nivel de sonido y, por extensión, a nivel de sus nombres artísticos es, según creo, única en su especie.

¿Acaso tenéis en mente a más nombres que hayan, digamos, declinado su aka sin cambiarlo del todo (me refiero al salto de Up a Down), manteniendo parte del mismo (a saber, mouseUp, mouseDown) para luego, tras labrarse un camino y alcanzar cierto nivel de reconocimiento artístico en otro plano, tras años de sudor y esfuerzo, desprenderse completamente de todo el nombre para aterrizar en uno completamente distinto, usado originariamente como nombre para los directos?

Sí, creo que suena bastante a pregunta retórica, porque la respuesta es, 100%, solo conozco el caso de ABSIS.

Artwork de la noche MIdline en LAUT: ABSIS (All Night Long).

Sin embargo, aunque me chocó esa llamada de hace dos años largos, así como la firmeza con la que este cambio que quería Salva se imponía ante cualquier atisbo de duda (pensé que el “nuevo” arranque bajo ABSIS entorpecería el buen ritmo que llevaba en aquel momento como mouseDown), debo decir que, con el tiempo, le doy la razón. O, mejor dicho, quiero decir que entiendo mucho mejor la necesidad de mutar definitivamente de piel y desarrollar las escamas electrónicas que pasarían a ser definitivamente conocidas como ABSIS, único en su especie.

Quizás, y esto es un salto al vacío especulativo por mi parte, ni él mismo sabía exactamente por qué le pesaba quedarse anclado como mouseDown: ahora, en la distancia, se intuye que como artista necesitaba abrir un camino conceptual más inclusivo a nivel sonoro, que englobase a mouseDown pero pudiese llevarlo un paso más allá:

Tras escuchar su All Night Long en la noche Midline en LAUT, de la que ABSIS es residente desde que terminó la pandemia, lo tengo muy claro: hay Deep, hay Ambient, hay todo lo que definía en cierto modo a su aka anterior, pero también hay un aplomo y una firmeza, un ritmo y un despliegue mucho más fresco, mágico, libre, en el que puede saltarse al Techno en mayúsculas sin que eso entre en contradicción con ninguna otra cosa, ni necesidad de justificarse en un determinado subgénero musical.

A costa de tomar decisiones complejas en momentos poco recomendables, el oído de Salva Coromina y también su perseverancia, le han permitido desarrollar una visión casi holística de la música de baile, sin que haya necesitado en ningún momento exprimir las intensidades o forzar los ritmos: Ni Up, ni Down, el camino de los sabios en Oriente siempre se ha conocido como La Vía Media o el Camino Intermedio. Y cuidado, no lo malinterpreten: el camino intermedio no significa quedarse a medias. Al contrario, según lo veo ahora, puede que este sea la mejor (y única) manera de llegar hasta el final sin perder ni aliento, ni la inspiración ni la entereza por tu proyecto artístico. Ni muy arriba, ni demasiado abajo: larga vida a ABSIS. ¡Nos vemos en la próxima Midline en LAUT!

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