• Dos horas a vinilo servidas por F-on dieron comienzo a uno de los atardeceres de club más comentados de los últimos tiempos en Barcelona no kidding.

  • Alfonso Pomeda (F-on) es (por si alguien lo dudaba) uno de los grandes virtuosos del deep techno a escala nacional & beyond, además de uno de los más (merecidamente) influyentes.

Disfruta en exclusiva con este artículo del set vinyl only de F-on en LAUT.

F-on @ LAUT Barcelona [pic by Sara Llobet]
F-on en LAUT Barcelona el pasado 19.06.22 — Foto: Sara Llobet. 

Cuando tienes 18 o 19 años, y tienes la suerte de haber descubierto la música electrónica y sentir verdadera intensidad con los artistas que más empujan la escena —en mi caso y en mi época alucinaba con artistas como Dave Clarke, Miss Kittin, Luke Slater o Ellen Allien—, cada fin de semana sales chorreando sudor y con la sensación de haber vivido algo mágico y especial.

Con los años, te das cuenta de que lo que era más especial de todo era que eras un pipiolo altamente impresionable y con unas enormes ganas de quemar zapatilla a cualquier precio, con un listón tan bajo (o poco entrenado) como escuchar electrónica 4/4 rodeado de mucha gente muy agitada y unas copas de más.

Con los años, en especial cuando rondas los treinta y ya algunos de tus colegas van cayendo como clubbers para ocupar cargos laborales o familiares más exigentes y que, según ellos, dificulta enormemente su presencia nocturna los fines de semana, de golpe y porrazo te encuentras saliendo de la mayoría de clubes o de experiencias electrónicas más bien insatisfecho. Si no es por cierto tipo de público mal educado, que no calla en todo el rato (salen para gritarse al oído con música de fondo y sin plantearse siquiera bailar o escuchar lo que suena), es porque el club suena mal, y si no es porque suena mal es porque está demasiado lleno, o porque el artista que has ido a ver te decepciona con su selección.

En definitiva, si hubiese una opción de si no está satisfecho, le devolvemos el dinero, reclamarías en el 90% de las ocasiones.

Cada cierto tiempo, afortunadamente, tiene lugar una experiencia de club que no solo te hace sentir que estás en el lugar y en el momento adecuados, de nuevo, sino que además cobra un valor especial, en un sentido emocional y musical, puesto que tu consciencia de lo clubber tiquismiquis que te has vuelto con los años se queda apabullada por lo que escucha, siente, vive y baila. Sabes qué se siente cuando vuelves a tocar el cielo en un club, y cada vez cuesta más; como los alpinistas que siempre buscan una cara más difícil para alcanzar la misma cima, así es la vida de clubber que se dilata más allá de la década de los veinte.

Por eso, cuando sucede la magia (algo que no depende enteramente de ti, por muy buena predisposición que pongas), flotas en el momento, también los días posteriores, y sonríes cada vez que recuerdas las sensaciones que experimentaste, como fue el caso, aquel atardecer en LAUT Barcelona.

Cualquier persona que no haya experimentado esta sensación creerá que estoy hablando de una sensación parecida al rollo estar in love. Bueno, cuando tienes 18 o 19 años y te enamoras quizás sí que sonríes de forma parecida al pensar en la persona en cuestión, y flotas y demás. Pero la diferencia radica en que, cuando tienes más de treinta, la sensación clubber aquí descrita sigue siendo vigente y, en cambio, si sientes algo parecido al amor romántico por alguien, el abismo, la desconfianza, las dudas, las jugadas de ajedrez pendientes y todo lo que puedes llegar a exponerte antes de que sea demasiado tarde se parecen más a tu flow en el metro a las 9 de la mañana que a la extrema sensación de lucidez y ligereza que, ya desde el primer set de aquel atardecer de junio, sentimos los allí presentes en LAUT escuchando y bailando al ritmo de F-on.

F-on, por si no le conoces, sería sin apenas proponérselo aquello que pretenciosamente algunos y algunas se asignan sin ton ni son: un agitador cultural. ¿Por qué? Entre otras gestas (yo le llamo gesta a cada uno de estos puntos, sí) Porque tiene un elegante y extremadamente curado sello, que además cuesta escribir sin chequear la ortografía (Alpenglühen), porque estuvo en el arranque de Calma Madrid, lanzando el proyecto con varios socios de atrevidas veladas a contracorriente del beat (F-on trabajó en Calma hasta finales de 2021, momento en el que tuvo que, precisamente, "calmar el ritmo de work" y se centró en otros proyectos, algunos de ellos aquí mencionados). Porque es el programador de Mostra Festival y porque también le tendrás este año actuando en Paral·lel Festival 2022 (repitiendo tras la segunda edición, en 2017). Pero, lejos de denominarse a sí mismo algo tan rimbombante como agitador cultural, si le preguntas, posiblemente te responda algo así como "bueno, a veces pongo discos, en otras pues monto algún pequeño sarao, y tal".

La humildad, en un mundo en el que hay tantos DJs como egos inflamados y sobreexpuestos en Instagram o en cualquier otra red social cuyos algoritmos premien la carne a la vista por encima de cualquier otro tipo de contenido, es un valor escaso y, por ende, sumamente valioso.

F-on ha tejido su trayectoria con solidez, midiendo los pasos y cuadrando las mezclas, año tras año, aportando y dejando hacer, en un equilibrio que pocos saben cómo gestionar.

Era el único artista nacional del domingo en LAUT, sin obviamente nada que envidiar a Luigi Tozzi, Claudio PRC o Laura BCR. La sintonía en el club era absoluta, tanto entre artistas como entre el público, y tras media hora de la apertura, ya podían reconocerse las primeras decenas de clubbers, si bien no hablamos de la sala a llena hasta casi el fin del set de F-on.

Por este motivo, porque en una velada así es tan importante el que crea la primera atmósfera como el que cierra el club, aquí tienes el set completo de F-on, en exclusiva, para que lo escuches tantas veces como quieras, por partes o del tirón.

F-on @LAUT Barcelona (012 x On Board) OFF Week '22

Lejos de parecer un evento de after del after del after, como muchos desde fuera imaginarían un evento de tarde de un domingo del fin de semana del Sónar (¡habrá lo mejor de cada casa, jaja!, el público fue apareciendo con sumo entusiasmo, una energía renovada y, pondría la mano en el subwoofer, un alto porcentaje de sueño de relativa buena calidad a sus espaldas.

Al estar fuera del horario habitual del club, puesto que LAUT no programa música electrónica los domingos por la tarde, diría que el 99% del público sabía exactamente por qué estaba ahí, lo difícil que es ver a los cuatro artistas juntos en un solo evento y en un espacio que, lejos de ser masivo (como se ha ido convirtiendo casi todo lo que es OFF Sónar desde que el propio Sónar invirtió a mansalva cuando no le quedaba otra para frenar la sangría de público que el ON Sónar se ganaba a pulso descarriando en la programación electrónica), promete intimidad, cercanía y un sonido cuidado decibelio a decibelio.

F-on en LAUT Barcelona [pic by Sara Llobet]
F-on (esta vez en b&w) en LAUT Barcelona el pasado 19.06.22 [foto by Sara Llobet]

Podría seguir embadurnándome de adjetivos calificativos y ofreciendo motivos por los que aquel atardecer en LAUT pasó a la cumbre, para muchos y muchas clubbers, de las experiencias electrónicas que sin duda revivirían en loop. Pero ofreceré apenas un detalle más, que quizás te parece fuera de lugar pero que, en realidad, representa la misma esencia de lo que se estaba gestando en la pista.

Terminado el set de F-on, estando ya Laura BCR en cabina y a pocos minutos de finalizar, subí al baño. Normalmente, en los clubes de la ciudad, los baños son una especie de manicomio, en el que se intenta tanto hablar a grito pelado, interactuar forzadamente o, por lo menos, socializar a trancas y a barrancas mientras haces cola. Pues bien, los baños estaban prácticamente vacíos, qué casualidad, el club lleno pero, esta vez, no había una veintena de personas con necesidad de evacuar. De hecho, las únicas voces que escuché en el baño de hombres fueron en italiano, casi en voz baja, de un par de tipos que comentaban que en breve "empezaba Luigi Tozzi". Como si estuviésemos esta vez en el Camp Technou, en el que dos socios históricos del club comentan los cambios del equipo en la media parte mientras compran unas patatas, lejos del griterío de los hooligans de las gradas cercanas al campo que, como bien se sabe, ejemplifican esa especie de himno que me genera urticaria, que dice algo como "hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual".

A modo de cierre (del artículo y, también, literalmente de aquella noche) lanzo aquí un spoiler altamente compartido en redes sociales tras el evento. A saber, el vídeo que muestra la emoción generalizada, circulando entre público y artista, a la 1 de la madrugada, tras el último track de Claudio PRC. De LAUT al cielo.

☛ [Desplegable] Artistas y sellos discográficos mencionados en el artículo con el set de F-on en LAUT.

Artistas: Laura BCR, Luigi Tozzi, Claudio PRC.

Sellos: 012.


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Alpenglühen: Bandcamp
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Calma Madrid: Soundcloud
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LAUT Barcelona: Web