Sanna La Fleur Engdahl dejó Suecia en 2007 en busca de una tierra más fértil para la música electrónica y encontró en Berlín (equiparable al Amazonas del Beat) inagotables soundsystems abonados para sus tracks, tormentas de ideas para su sello Power Plant y el cobijo perfecto en forma de club: su residencia como dj en el mítico Watergate.

En el último paso de La Fleur por La Terrrazza de Barcelona tuvimos el momento ideal para poder hablar de sus proyectos recientes, sus inicios, los pros y contras de Berlín y las comparaciones odiosas con Suecia… y Barcelona. Shooting exclusivo de Nacho Juárez exclusivo para la entrevista

Ver tamaño completo

La Fleur a su llegada a La Terrrazza el pasado 7 de octubre. Foto: Nacho Juárez. La Fleur a su llegada a La Terrrazza el pasado 7 de octubre. Foto: Nacho Juárez. 

La Fleur a su llegada a La Terrrazza el pasado 7 de octubre. Foto: Nacho Juárez. 

Una de las primeras imágenes que hay en tu Instagram, que publicaste hace unos cuatro o cinco años, es de tu llegada a Amsterdam para el ADE, un festival conocido precisamente por combinar la vertiente profesional con la de conciertos y sesiones. En concreto, hablabas de “networking”. ¿Cuál ha sido la importancia de forjar a tu alrededor un entorno profesional en el que desarrollar tu carrera tanto a nivel creativo como profesional?

Ya en el momento en el que comencé a pinchar discos en Suecia, más o menos en 2004, conocí a los djs del país que se dedicaban a lo mismo. En aquella época, la electrónica que se pinchaba era principalmente House. Pero la gran mayoría del país escuchaba rock y pop y, a su vez, los djs tiraban del hip-hop y el R&B. Una forma para establecer vínculos y afinidades pasa por conocer a gente. Aunque no sea lo que tienes en mente, estás haciendo contactos y ampliando la red.

Ocurre lo mismo en ADE, hay todo tipo de charlas y contenidos y te encuentras con gente que comparte en gran medida los mismos intereses. Efectivamente, como en todos los trabajos, en el mundo de la electrónica es importante encontrar gente con intereses e ideas en común, ya sea para intercambiar puntos de vista, emprender un proyecto o una empresa.

Decías que en la época en la que pinchaste tus primeros discos, el house predominaba en la escena sueca de la electrónica.

En ese momento trabajaba como farmacéutica, aunque tenía claro que lo que yo quería hacer era dedicarme a pinchar house y techno, que eran algo muy poco extendido. No me interesaban ni el R&B ni el hip-hop, que era lo que había en el 99% de clubes del país. No empecé pensando en el dinero, sino porque me encantaba hacerlo, la idea fue “a ver dónde me lleva la pasión”. Ahora llevo casi diez años viviendo de ello, pero en ese momento ni me atrevía a imaginarlo. Desde entonces hasta ahora, todo ha ido ocurriendo con naturalidad. Por otro lado, siempre me gustó mucho bailar. Eso también es una fuente de inspiración y uno de los motivos que me llevó a pinchar: al descubrir la música electrónica me dije: «sí, ¡esto está muy bien!»

La Fleur @ La Terrrazza Barcelona. Foto: Nacho Juárez. La Fleur @ La Terrrazza Barcelona. Foto: Nacho Juárez. 

La Fleur @ La Terrrazza Barcelona. Foto: Nacho Juárez. 

Sin embargo, muchos artistas se acercan a la electrónica desde el lado más intelectual y distante y no tanto como vía para comunicarse con el otro.

Como dj puedes ver fácilmente mi estado emocional en cada momento mientras estoy en los platos: se nota si me lo estoy pasando bien o, de otro modo, si estoy nerviosa. Y creo que eso no es algo malo. La forma de expresarme en el escenario transmite si me siento feliz, como en los momentos en los que tú y el público formáis un uno, la misma cosa.

Con el paso de los años y con más experiencia, ¿se vuelven menos intensos los momentos en los que tienes esta sensación de unión? Quiero decir que normalizas tu trabajo como dj y al poner distancia pinchar se convierte en algo menos estimulante.

La intensidad suele depender de muchos factores, pero sí sigo sintiéndola. De hecho, en casi todas las actuaciones tengo momentos así. A veces incluso tengo la sensación de que todo el set, desde el principio, genera esta energía. En otras actuaciones ocurre más tarde. Como decía depende de muchas variables, como el club o el público.

¿Qué sensación tienes cuando pinchas uno de tus temas, te acercas más a uno de estos momentos?

Pinchar un tema propio es todavía más especial, si cabe. Porque al hacerlo compartes algo tuyo. Si, además, el público lo reconoce, eso es increíble.

La Fleur Cassy Power Plant 5 yers Berns.pngLa Fleur Cassy Power Plant 5 yers Berns.png

Suelo escuchar trabajos tuyos, tanto sets como releases. Más recientemente escuché el B2B con Cassy, ¿fue también algo singular para ti?

Hace un tiempo le pedí un remix y Cassy me respondió que le encantaría pero que no tenía espacio para hacerlo. Después, por mi lado también se fue retrasando el lanzamiento, así que se lo volví a pedir y justo me dijo que ya podía. Cuando celebré en Suecia los 5 años de Power Plant, invité a Cassy para hacer el back 2 back y le pareció buena idea. Es una persona encantadora y sí, fue muy inspiracional contar con ella.

Respecto a los sets, ¿cómo te adaptas a los que son de largo alcance respecto a los que tienes mucho menos minutos en cabina?

Cuando tienes más margen de horarios cuentas con más tiempo para lograr que el público y tú entréis en la misma conexión. Como te decía, a veces ocurre desde el primer track, pero a veces necesitas más temas. Por eso, cuando tienes una hora o una hora y media, te queda menos margen para lograrlo. De todos modos, el hecho de que tengas muchas horas también puede hacer que te pierdas en según qué fase del set.

En cuanto a los sets cortos, intento ubicarlos dentro de un marco, situarlos dentro de una narrativa concreta. Es decir, me gusta tanto pinchar en sets cortos como en sets largos; si pinchase siempre 6 horas o solo hiciese una hora y media no sería tan divertido.

Tu visión del set se adapta a la extensión que tienes por delante.

Exacto. Por ejemplo, hace algunas semanas, pinché en Italia. Estuve 30 minutos más en los platos, pero me tenía que ir para coger un vuelo. Al cierre, todo el mundo estaba gritando “¡el último, el último!”. ¡Y me quería quedar pero fue imposible!

<div class="sqs-video-wrapper" data-provider-name="" data-html="“>